domingo, 10 de abril de 2022

Apolo, admiración y valor al tiempo.

 

Nacimiento de Apolo, admiración al tiempo.


La velocidad con la que pasan las semanas me da miedo. Lo del tiempo es una batalla perdida y hay una línea muy fina entre la cantidad de vida que debemos invertir pensando en ello y la que perdemos por darle demasiadas vueltas.
Por ahora parase ser nada mas que una percepción. ¿Cómo estáis?

Hoy os traigo:
- Hechos sobre el nacimiento de Apolo
- Admir(arte), un escrito.

Allá vamos.







Nacimiento de Apolo

 

La semana pasada hablábamos del Oráculo de Delfos y os prometí que os iba a contar alguna curiosidad sobre Apolo. A todos nos suena su nombre y sabríamos decir que es un dios griego, ¿pero conocéis algo más? Ya sabéis que ni la mejor de las telenovelas es comparable a las historias mitológicas. Vamos a conocer cómo fue el nacimiento de Apolo, una historia llena de celos, infidelidad, dolor y envidia.

Apolo, hijo de Zeus y de Leto, es uno de los 12 dioses olímpicos. Según cuentan los poemas de Homero, Hera (la mujer de Zeus) se enfadó muchísimo cuando se enteró de que Leto estaba embarazada y, para evitar el nacimiento, prohibió a la diosa de los partos, Ilitía, que la ayudara.

Leto, a punto de dar a luz, tuvo que deambular por todo el país, desde Creta a la isla de Delos. Afortunadamente, otras diosas se compadecieron del sufrimiento de Leto y convencieron y sobornaron a Ilitía para que, a escondidas de Hera, la ayudara en el parto.


Santuario a Apolo.
  • «Conócete a ti mismo», máxima grabada en el frontón del templo de Apolo que predicaba la necesidad del conocimiento propio para adquirir la sabiduría




Leto dio a luz en aquella isla a Artemisa, diosa cazadora y protectora en los nacimientos, y después a Apolo, ambos armados con flechas. En Delfos se encuentra el santuario a Apolo más importante.







Admir(arte) 



Es la admiración uno de los sentimientos más limpios que el hombre puede experimentar. Abre bien el pecho si escuchas salir de unos labios un "te admiro" porque, en dos palabras, te está entregando algo incalculable. Contrapuesta a la envidia encontramos la admiración, que no envenena como la primera, sino que llena a ambas partes: a quien la siente y a quien es objeto de ella. No te dejes engañar si escuchas hablar por ahí de la "envidia sana", porque no existe ningún veneno que, adornado con palabras bonitas, provoque ningún bien, ni si quiera en pequeñas cantidades.








Aquí termina esta dosis de filosofía. Estoy muy contenta compartiendo este pequeño rincón con vosotros, ¿Qué te ha parecido? Cuéntame qué piensas , me encanta leeros.

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Gracias, de nuevo, por hacer esto posible.

¡Nos leemos pronto!



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