Lo que cuidas floreceLlegará un día en el que, agotados, nos preguntaremos cómo hemos llegado hasta aquí, cómo estamos tan cansados si hemos hecho todo lo que se esperaba de nosotros.
Paradójicamente nos pesa el cuerpo y, al mismo tiempo, nos sentimos vacíos -o llenos de cosas que no nos corresponden-.
Estamos tan ocupados en hacer lo que se supone que debemos hacer, que no tenemos tiempo para cuidar lo que verdaderamente tiene que florecer.
Quizá sea el momento de soltar todo lo que tienes en las manos, volver a sentir el pulso del que casi habías olvidado el ritmo y regar todos los rincones que están empezando a secarse.
Aquí termina esta dosis de filosofía. Estoy muy contenta compartiendo este pequeño rincón con vosotros, ¿Qué te ha parecido? Cuéntame qué piensas , me encanta leeros. Si te ha gustado y quieres apoyar lo que hago, puedes compartir en redes mencionándome para que pueda llegar a más gente. Gracias, de nuevo, por hacer esto posible. ¡Nos leemos pronto!
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